Ya os hablamos del conocido Einstein Cafe, ahora unos cuantos detalles deliciosos, como su fantástico capuchino.

Otro pastelito fantástico, el apfelstrudel, o como se llame, no importa está "de la muerte".

De este pastel no me acuerdo el nombre, pero está para repetir mil y una veces.

Está claro que el Einstein Café será una parada obligatoria de "la caravana del amor", guardaremos un poco de nata para la despedida de soltero y las "nenes maques" berlinesas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario